El Dr. José Omar Latino, especialista en tocoginecología y magister en trombosis explica en esta entrevista sus consideraciones acerca de dicha condición Equipo Océano Medicina “La trombofilia es un factor de riesgo, no es una enfermedad”. Esa es la primera sentencia del Dr. José Omar Latino, especialista en tocoginecología, magister en trombosis y Fellow del American College of Obstetricians and Gynecologists. En entrevista con Océano Medicina, el especialista y autor de diversas investigaciones ofrece un acercamiento acerca de dicha condición, y despeja algunas dudas sobre la propuesta de la Ley de Trombofilia.
“La trombofilia es un factor de riesgo, no es una enfermedad”. Esa es la primera sentencia del Dr. José Omar Latino, especialista en tocoginecología, magister en trombosis y Fellow del American College of Obstetricians and Gynecologists. En entrevista con Océano Medicina, el especialista y autor de diversas investigaciones ofrece un acercamiento acerca de dicha condición, y despeja algunas dudas sobre la propuesta de la Ley de Trombofilia.
– ¿Si no es una enfermedad, entonces qué es la trombofilia?
– La OMS y la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia en 1995 definieron la trombofilia como una tendencia aumentada a la trombosis. La trombosis, por su parte, es un trastorno del sistema sanguíneo, del contenido y no del continente, no es una vascularización, es un problema de sangre que se caracteriza por el coágulo de trombos que interrumpen la circulación, impidiendo el pasaje de la sangre. Y todos sabemos que la sangre es el líquido de la vida, lleva el oxígeno, y sin oxígeno no hay vida. Es la inadecuada oxigenación la que ha de producir todas las complicaciones de la trombofilia.
El embarazo es un hito en la vida de estas pacientes. Esto implica que la trombofilia es un factor de riesgo general, es un concepto importante que puede producir en la madre trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar –que tiene una mortalidad del 48%-, ACV, infarto de miocardio agudo o ataque isquémico transitorio, es decir, problemas vasculares venosos o arteriales. A tal punto que del 10 al 15% de todas esas trombosis venosas profundas están producidas por la trombofilia y el 33% de todas las pacientes que tienen un infarto o un ACV antes de los 50 años está relacionado con la trombofilia.
El embarazo persé es una trombofilia circunstancial. Esto significa que toda mujer embarazada está en estado trombofílico, es decir, tiene mayor riesgo de trombosis. ¿Por qué? Porque toda mujer embarazada cumple con la vieja teoría de (Rudolf ) Virchow, de hace más de 150 años, que decía que este tipo de disturbios como la hipercoagulabilidad, el estasis venoso y daño vascular, inducían a la formación de trombos. La trombofilia se puede clasificar en hereditaria o adquirida.
– ¿Cómo complica la trombofilia al binomio materno-fetal?
En la madre puede producir:
En el feto:
Toda patología es extremadamente angustiante, tanto para la mamá como para él o la obstetra. Y muchas veces no tenemos explicación. Hay pacientes que presentan todo bárbaro y a las 30 semanas vamos a auscultar a bebé y el latido fetal es negativo. Si pensamos que esa paciente puede tener trombofilia o un síndrome antifosfolípidos, pudiésemos hacer un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno. Esa paciente que sin tratamiento tiene el 20% de posibilidades de tener un hijo vivo y sano, con tratamiento llega al 80 – 85%. Por eso es muy importante pensar la trombofilia.
– ¿En qué momento se indican pruebas?
– El primer paso en toda esta maraña que es la problemática del obstetra frente a la patología, es primero saber cuál es la población de riesgo: en qué paciente tenemos que pensar que puede tener una trombofilia.
El paradigma de la trombofilia dice, en primer lugar, que los estudios de trombofilia no son de rutina. En segundo lugar, que solo se deben solicitar determinados estudios. Y en tercer lugar, que se deben solicitar solo a pacientes que cumplan determinados criterios.
No son de rutina porque la evidencia científica demuestra que para que una paciente pueda tener trombofilia debe haber atravesado determinadas circunstancias. Sino, sería un error indicar estudios de trombofilia a cualquier paciente porque implicaría un costo muy importante, es decir, no se estarían optimizando los recursos, que es una de las pautas de la medicina.
Estos estudios se indican cuando hay antecedentes de:
1) Pérdida de embarazo
Pero no cualquier pérdida de embarazo. No se indica cuando la paciente solo tiene una sola pérdida de embarazo antes de las 10 semanas de gestación, porque la evidencia científica demuestra que el 15% de la población femenina tiene un aborto en su vida.
En el caso de dos pérdidas, se está discutiendo, es controversial. Hoy por hoy cambió la definición de aborto recurrente, considerado siempre en aquellas pacientes con tres abortos en su vida antes de las 10 semanas, que abarcan del 1 al 3%, mientras que ahora comienza a considerarse al grupo de pacientes con dos abortos en su vida, el 5%, como aborto recurrente. Se estudia también los casos de mujeres con una sola pérdida, pero mayor a las 10 semanas.
2) Complicaciones obstétricas
3) Trombosis
Antecedentes familiares de trombosis en primer grado: madre, padre, hermanos, o bien antecedentes personales.
– ¿Cómo debe estar conformado el equipo que atiende de las embarazadas con trombofilia?
– Como es un embarazo de alto riesgo, el que debe liderar el equipo multidisciplinario es el obstetra. En interconsulta, trabajo en conjunto al hematólogo.
Al menos en el Hospital Durand cumplimos con un protocolo determinado:
La vía de parto aconsejada es la vaginal. No tiene indicación de cesárea electiva.
– ¿Por qué la Ley de Trombofilia tiene detractores desde el aspecto médico?
– Estamos a favor del veto, pero no en contra de la propuesta de ley, que dice que los estudios de trombofilia son rutina, y eso no es cierto. Solicita determinaciones que la evidencia científica estipula que no deben ser solicitadas: son 5 hereditarias y 3 adquiridas, mientras que la propuesta de ley dice que son 16. Y, por último, deben ser solicitadas a pacientes con determinadas características como vimos antes, pero la propuesta de ley dice que debe ser a toda mujer embarazada de forma indiscriminada.
Dr. José Omar Latino
Doctor en medicina, especialista en tocoginecología.
Magister en trombosis.
Profesor regular adjunto UBA – Cátedra Obstetricia UDH Durand.
Profesor Licenciatura Obstétrica Práctica II – UBA Durand.
Fellow del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG).
Fellow del European Registry on Obstetrical Antiphostospholipid Antibody Syndrome.
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