La gestión sanitaria demanda médicos y médicas con capacidades de liderazgo. Pero, durante la formación inicial de los nuevos profesionales no existen demasiadas oportunidades para aprender y entrenar habilidades no clínicas.
Profundas modificaciones en el ámbito de la salud demandan más que nunca un activo liderazgo médico. Son cambios, que si bien comienzan a gestarse antes de la irrupción de la pandemia por COVID-19, han sido catalizados por la emergencia sanitaria. En gran medida, son fruto de las imágenes que deja: profesionales exhaustos, políticas sanitarias no siempre acertadas y una población que demanda líderes con formación médica y con prioridades que estén más allá del resultado financiero.
Pero el creciente pedido de usuarios de los sistemas sanitarios choca contra la poca formación en liderazgo, que, en líneas generales, tienen los profesionales de la salud. Y esto, en gran medida, se debe a la escasez de opciones formativas en el trayecto educativo de los nuevos egresados.
“Al ingresar a las facultades de medicina, pocos reconocemos la necesidad de habilidades de liderazgo, pero a medida que avanzamos en la capacitación y ganamos experiencia clínica, dichas demandas nos son depositadas”.
Esto comenta en una editorial el Dr. Peter Angood, presidente de la Asociación Estadounidense para el Liderazgo Médico. “Pero la realidad es que muy pocos recibimos educación formal en liderazgo o capacitación en gestión en las primeras etapas de nuestra educación profesional”, aclara el experto.
En el texto, publicado recientemente en la revista Physician Leadership Journal, se comenta que la demanda de un mayor liderazgo médico no es nueva. Antes de la pandemia, una serie de eventos en la gestión sanitaria ya había puesto a los profesionales de la medicina en el centro de la escena. Aquí podrían citarse: instituciones que tienden a reemplazar el paradigma basado en el volumen por el de una mayor calidad en los cuidados asistenciales, una salud pública más enfocada en el bienestar y atenta a los determinantes sociales del proceso salud-enfermedad, o la necesidad de un abordaje sanitario centrado en el paciente, entre otros factores.
Históricamente, los profesionales de la medicina han sido los depositarios naturales de responsabilidades de gestión. Y esto muy por encima de otros profesionales de la salud. Lamentablemente, en algunas instituciones lo citado aún suele ser un fenómeno heredado y se logra solo por el hecho de tener experiencia clínica. Ya en dicha posición, la autoridad ganada por el profesional en la arena clínica suele oficiar de escudo en decisiones de gestión no siempre acertadas.
Pero sucede que gestionar en salud requiere otras habilidades y perspectivas. Para el Dr. Angood, un obstáculo inicial resulta el pensamiento individualista e independiente que suele foguearse en la formación médica inicial. Esto confronta con el trabajo en equipo que hoy demandan la mayoría de las instituciones sanitarias. “Los médicos no pueden gestionar solos, ni siquiera escuchando únicamente a otros médicos”, comenta el Dr. Angood. Y agrega que “debemos trabajar con equipos interprofesionales y afrontar entre todos un entorno complejo”.
La figura de un puente ha sido utilizada para representar la labor de un profesional de la medicina que asume roles de gestión sanitaria. En definitiva es el encargado de conectar decisiones clínicas y financieras, o interrelacionar profesionales de la salud con otros administradores que no lo son. “Los líderes médicos pueden ser el catalizador que toda organización exitosa necesita, vinculando el llamado extremo afilado, o las primeras líneas de atención, con el extremo romo, es decir la administración, el liderazgo y el gobierno”, comenta el Dr. Angood.
Algunos listados, en donde se incluyen los mejores hospitales de Estados Unidos, parecen darle la razón al experto. La mayoría de los centros consignados tienen profesionales de la medicina como directores ejecutivos. Para el Dr. Angood, resulta imposible tener éxito en las instituciones si no se congenian las demandas clínicas y financieras. Pide por el desarrollo de otras habilidades no técnicas en quienes están decididos a asumir roles de gestión sanitaria .“Debemos adquirir un nuevo conjunto de competencias que incluyan habilidades de comunicación y formación de equipos, inteligencia empresarial en finanzas, marketing, formulación de estrategias, tecnología de la información y leyes, entre otros conocimientos”, asegura el profesional
Medicina general
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500 horasAngood, P.B. Physician Leadership: More Valuable Than Ever — A White Paper from the American Association for Physician Leadership
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