Como todos los años se conmemora en Argentina el Día Nacional del Donante de Médula Ósea. La fecha busca resaltar el rol clave que tienen estas personas a la hora de salvar vidas. Barrer algunos mitos relacionados con el procedimiento puede servir para mejorar el compromiso de la población.
Se celebra en Argentina el Día Nacional del Donante de Médula Ósea. La efeméride recuerda lo sucedido en 2003 con la creación por ley del registro nacional de células progenitoras hematopoyéticas. La iniciativa ha permitido incrementar la disponibilidad de donantes y facilitar el acceso de personas que padecen enfermedades hematológicas al trasplante de médula ósea. Actualmente, cuenta con alrededor de 300 mil donantes en el país.
En Argentina, el 2022 significó un récord nacional en los procedimientos de donación de médula ósea. Pero debido a que el registro forma parte de la red mundial World Marrow Donor Association (63 países, 41 millones de donantes) los beneficiados con esta acción altruista excedieron los límites del país. A pesar del dato favorable, diversas entidades llaman a continuar por esta senda. Los profesionales de la salud de América Latina se encuentran en una posición inmejorable para incrementar el número de donantes de médula ósea. Si disponen de conocimientos acerca del procedimiento de donación, y están provistos de respuestas a algunos interrogantes comunes, pueden contribuir en gran medida a derribar mitos asociados.
Es muy difícil incrementar el número de participantes en los registros, sin antes explicar los alcances que tiene la acción de donar médula ósea. Las instituciones involucradas en este tema consideran central la concientización de la población. Dejar en claro que el trasplante de médula ósea puede ser para algunos pacientes la única opción curativa, o que solo el 25% de ellos tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar, puede ayudar en ese sentido. Donar médula ósea resulta clave para salvar vidas.
Por otro lado, se debe explicar de manera detallada a los pacientes los distintos procedimientos disponibles para donar médula ósea. Hay que aclarar que se trasplantan células progenitoras hematopoyéticas (CPH) y que estas nada tienen que ver con la médula espinal.
Los potenciales participantes deben estar al tanto de las condiciones que se necesitan para donar médula ósea. Los criterios para inscribirse en registros varían según países, pero, en líneas generales suelen ser poco restrictivos. En Argentina, para el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), basta con tener entre 18 a 40 años, gozar de buena salud, pesar más de 50 kilos y no tener antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas, o infectocontagiosas.
Uno de los factores que desalientan la donación de médula ósea es el miedo a padecer dolor durante el procedimiento. Pero la realidad indica que cualquiera de las opciones disponibles no se asocian con tasas elevadas de dolor. La donación por aféresis resulta similar en ese sentido a una donación de plaquetas. La diferencia radica en la necesidad previa de recibir filgastrim para estimular la producción de las CPH. Este fármaco puede desencadenar en algunas situaciones dolor óseo y fiebre que se caracterizan por ceder a los pocos días. En el caso de que la técnica acordada sea la punción de la cresta ilíaca (30% de los procedimientos actuales), se debe remarcar que se trata de un acto quirúrgico, realizado de manera segura y sencilla en quirófano y que ocurre siempre bajo anestesia.
Otra de las preocupaciones de los y las donantes tiene que ver con el impacto de la extracción de médula ósea en el normal funcionamiento del organismo.
Un dato que puede aliviar esa inquietud es que solo se saca entre un 1% al 5% de la médula ósea total.
Dicho valor no genera ningún impacto en el sistema inmune del donante y es recuperado rápidamente en el transcurso de 4 a 6 semanas. Ambos procedimientos son ambulatorios y tienen una baja frecuencia de eventos adversos. Estos son, por otro lado, generalmente leves (fatiga, cefaleas, dolor de espalda o hematomas) y suelen desaparecer en horas o días. La mayoría de los donantes retoman velozmente sus actividades habituales.
Otro mito vinculado con la donación de médula ósea es que resulta engorrosa desde el punto de vista administrativo, y que demanda mucho tiempo para su realización. En Argentina, para ingresar en el registro, solo basta con donar sangre en centros habilitados y manifestar la intención de convertirse en donante de médula ósea. En los distintos países la duración total del proceso varía, pero habitualmente no consumen un tiempo excesivo. Por ejemplo, en los Estados Unidos lleva un total de 30 horas repartidas en 4 a 6 semanas. Y no todas las actividades requieren la presencia del donante en el centro sanitario. Aquí nunca está de más recordar que las distintas prácticas que se realizan son gratuitas para el donante.
Los inconvenientes que genera el acto de donar médula ósea son realmente escasos. Pero, según los expertos, además de enfocarse en ellos hay que reforzar la esencia solidaria y altruista que tiene este acto. Eso puede incrementar aún más el compromiso de los potenciales donantes. En la página del Hospital de Pediatría Garrahan (Buenos Aires, Argentina), Raquel Staciuk -jefa del servicio de trasplante de médula ósea de dicho hospital- recuerda que “donar médula ósea, es donar vida en vida”.
Medicina familiar Hematología
120 horasHematología
INCUCAI-Ministerio de Salud de Argentina
-Memorial Sloan Kettering Cancer Center
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